TRADUCCIÓN DE CUENTAS ANUALES
Las cuentas anuales (annual accounts) son documentos que proporcionan la información financiera con respecto a la actividad de una sociedad al cabo del ejercicio (fiscal year). Por otra parte, En dichas cuentas debe figurar:
- el balance;
- la cuenta de pérdidas y ganancias;
- el estado de flujos de efectivo;
- la memoria;
Hoy nos centraremos en la memoria (annual report). Este documento tiene por función comentar el contenido que figura en los otros documentos y va destinados a empleados, inversores, y cualquier persona que muestre interés en conocer la situación financiera de la entidad. Dicho de otro modo, ofrece más información y aclara los criterios adoptados a la hora de confeccionar los documentos anteriores.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la memoria está sujeta a las indicaciones previstas en la Ley de Sociedades de capital del Código de Comercio. Por otra parte, es importante saber que en la legislación estadounidense el organismo encargado de recibir las cuentas anuales se llama Securities and Exchange Comissions (SEC); el contenido del annual report debe respetar lo dispuesto en los Generally Accepted Accounting Principles (GAAP). En el caso de Inglaterra es el Financial Reporting Council (FRC). ¿Por qué es importante saber esto? Muy buena pregunta. El motivo principal es porque estos organismos son pozos interminables de terminología y fraseología. Dicho de otro modo, se explica detalladamente la función del documento, los elementos que lo conforman, las partes que participan, etc.
Según lo dispuesto en el Art. 260 del Código de Comercio, los puntos más destacables que la memoria debe mencionar son:
- Los criterios de valoración aplicados a diversas cuentas anuales y los métodos de cálculo empleados.
- La denominación de la sociedad, el domicilio fiscal y la forma jurídica.
- El importe de deudas.
- El número medio de empleados (en categorías)
- El importe de los sueldos
Si nos fijamos, cada apartado contiene un volumen extensísimo de terminología y fraseología. Bien se trate de una traducción directa (inglés-español) o de una traducción inversa (español-inglés), el traductor debe estar muy familiarizado con la terminología económica, financiera y jurídica. A esto se le añade la dificultad de los cambios que se producen en estos tres ámbitos, lo que provoca que el traductor debe actualizar sus conocimientos de forma continua.